El reciclaje como recurso artístico en cerámica
La cerámica es un campo artístico idóneo para incluir elementos reciclados. El sábado pasado se celebraba el día internacional del reciclaje. Yo estaba terminando un proyecto reciente titulado En tránsito que quiero presentar al certamen Reciclar Arte, que este año presenta la octava edición. Es una muestra muy interesante de lo que se puede hacer a nivel artístico con elementos que la mayor parte de las personas catalogarían como basura.
En las exposiciones que resultan de esta convocatoria andaluza es común ver plástico, textiles, madera, metal, vidrio, papel…y yo me preguntaba ¿se podrá hacer algo con cerámica? ¿Cómo puedo incorporar elementos reciclados a mi obra? Me encantaban las propuestas y al final me decidí y en 2017 seleccionaron mi obra Para mis adentros. En 2019 me presenté con El último trago y volví a participar. He conocido artistas con trabajos muy interesantes en esas convocatorias que me han permitido ver los objetos con otra perspectiva como Veredas López o Aurelien Lortet.
Materiales que combinan bien con la cerámica.
Hay cantidad de materiales con los que la cerámica hace buenas migas. Para mí, el metal, el papel y la madera son compañeros geniales. Entre todos yo he incorporado el papel, en concreto el cartón de huevos, como os contaba hace días en otra entrada. El segundo material que más me interesa es el vidrio. Me gusta recolectarlo de la playa y utilizo también vidrio procedente de envases domésticos como tarros y botellas. Las mezclas de colores resultantes tras la cocción forman parte de esa magia de las hornadas donde se encuentran los elementos y reaccionan entre ellos. Junto con el vidrio, el papel de aluminio ha sido todo un descubrimiento, si quieres saber más, te lo cuento aquí.
Pero en este tipo de obras lo divertido es experimentar y ver diferentes combinaciones y posibilidades. El primer objetivo puede ser no tirar algo que en sí tiene ya alguna belleza. Los tarros de vidrio, las cajas de madera de las frutas o el marisco, partes metálicas de embalajes como los protectores de los corchos de las botellas de cava, en todos ellos encuentro belleza. Cada persona la verá en algo diferente y, al hacerlo, nos lo mostrará a los demás. Esa es la grandeza del arte.
Como ves, hay muchas posibilidades de incorporar elementos reciclados a tu trabajo en cerámica. Pero además, a mí me gusta ir un poco más allá y apostar por un sistema de trabajo en el que la cerámica que hago sea respetuosa con el medio ambiente.
El reciclaje como filosofía para una cerámica ecofriendly
Para mí es importante la conciencia medioambiental e intento llevarla a todos los ámbitos de mi vida. Lógicamente, en algunos es más fácil que en otros, pero en el taller también he hecho esfuerzos por trabajar del modo más respetuoso posible con el medio ambiente.
La elaboración de cerámica es una actividad que genera residuos y es importante saber minimizarlos para producir un impacto negativo menor.
En primer lugar, las pastas cerámicas son materiales que se pueden reciclar una y otra vez, por lo que el residuo cero con ellas se puede conseguir. Si la pasta se seca, con molerla e hidratarla de nuevo podemos volver a utilizarla sin problemas. Siempre guardo los restos de retorneo o pequeñas raspaduras. Las seco, las muelo y las guardo para preparar engobes y barbotinas.
Las emisiones del horno son las que menos podemos controlar, aunque obviamente, cuanto menos tóxicos sean los productos que introducimos, mejor. De todas formas el monóxido de carbono no lo podemos evitar, por lo que es conveniente que el horno esté en un lugar ventilado. La forma en la que minimizo esto es con una producción controlada y con un uso selectivo del horno. Es decir, lo pongo lo menos posible y aprovechando su capacidad de carga.
Para el tema de los vidriados la cosa se complica. Muchos productos que se emplean en la cerámica son tóxicos para nosotros y además contaminan las aguas. La primera opción, la más radical que he tomado en este proceso, ha sido dejar de utilizarlos. En mi taller no hay carbonato de bario, ni dicromato de potasio, ni ningún sulfato. Para el resto, instalar una pileta de decantación en el fregadero o simplemente no tirar a la alcantarilla los restos, sino a una garrafa pueden ser soluciones estables. Tanto el fondo de la garrafa como el de la pileta, cuando se limpian, se recogen y se prepara un engobe que, al aplicarlo sobre una pieza y cocerlo, vuelve inerte el material contaminante y evita el residuo.
Podemos ser respetuosos con el medio ambiente al trabajar en cerámica. Se trata de tomar conciencia de que no estamos en una actividad inocua y de que las pautas que minimizan el impacto negativo son sencillas de llevar a cabo.
La cerámica es un campo artístico idóneo para incluir elementos reciclados. Además de reducir residuos estaremos aportando un plus a nuestro trabajo, será un arte más responsable, más respetuoso con el planeta y producirá un desafío creativo en nosotros.
Si te animas a reciclar y convertir tu cerámica en ecofriendly y no sabes cómo empezar, escríbeme y te ayudo a plantear tu proyecto artístico. ¡Hasta pronto!