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¿Cuántos materiales cerámicos conoces? Desde que empecé a aprender cerámica, nunca he dejado de descubrir materiales…Al inicio parece un área tan extensa que casi da vértigo y tenemos la sensación de que nunca vamos a conocerlos todos, pero es un camino tan bonito de recorrer que casi no importa.

Hoy quiero presentarte uno de los grupos principales de materiales con que trabajamos los ceramistas para que esa inmensidad quede, al menos, ordenada en categorías. Imagínate un taller lleno de estanterías, en cada una vamos a ir colocando productos según esas categorías y al final tendremos una visión más ordenada de lo que podemos necesitar para nuestro trabajo. Dedicaré este post y los siguientes a esa tarea. Empezamos por las pastas cerámicas.

Pastas cerámicas

Son la base de los materiales cerámicos del taller. Llamamos pastas cerámicas a la masa húmeda que modelamos y convertimos en jarrones, platos y esculturas. Pero, ¿de qué está hecha esa masa?

El material principal es la arcilla. La arcilla es una roca sedimentaria que se forma cuando se disgregan las rocas feldespáticas. En su composición encontramos óxido de silicio (sílice o cuarzo), óxido de aluminio (alúmina) y agua.

Pero las arcillas pueden ser enriquecidas con otros materiales para modificar sus cualidades. De este modo, otras pastas cerámicas como el gres incluye feldespatos en su receta; o la porcelana, que se prepara añadiendo al caolín cuarzo y feldespato.

Cuestión de temperatura

Las pastas cerámicas son muy abundantes, podemos encontrar gran variedad de productos en el mercado pero para que nos quede un poco más ordenada la estantería, las diferenciaremos entre pastas de alta temperatura y pastas de baja temperatura.

  • Baja temperatura: se considera baja desde 700º a 1100º
  • Media temperatura: 1050º-1150º
  • Alta temperatura: 1200º-1300º

Cuando vienen alumnos nuevos a mis clases, la primera pregunta es ¿con qué pasta quieres trabajar? Necesitamos plantearnos esta cuestión porque dependiendo de la pasta que elijamos tendremos que ajustar los engobes, vidriados y temperatura de cocción. Los acabados, la consistencia, la resistencia y mucho más depende de esta decisión. Cada material se adecúa mejor a un tipo de pieza y es importante diferenciarlas para poder elegir bien.

Por ejemplo, si quiero hacer una vajilla, será muy diferente escoger barro rojo de baja, loza o gres. En las dos primeras la temperatura de cocción no es tan alta como para que se dé el proceso de vitrificación (en el que el cuarzo se transforma) y sí sucederá en la tercera. Por eso, las vajillas de gres son mucho menos porosas, más compactas y resistentes al choque mecánico y químico que las anteriores. Mis platos son de gres porque me da más confianza.

Cuestión de textura

También podemos diferenciar las pastas cerámicas según la presencia de un material muy importante: la chamota.

La chamota es cerámica molida en diferente granulometría que se añade a las pastas en porcentajes del 30%-40% generalmente. Puede ser impalpable, fina, media o gruesa. Al ser cerámica, es decir, arcilla ya cocida, aporta una cantidad considerable de material inerte a la pasta. Esto quiere decir que la chamota no se va a mover en el horno mientras que el resto de la arcilla se reduce y sufre tensiones.

Los barros chamotados son más rugosos y aportan texturas muy interesantes para murales y esculturas. No son tan aconsejables para piezas utilitarias, por ser más porosos, pero son perfectos para macetas y piezas que vayan a estar al aire libre.

Cuando vayamos a comprar una pasta tenemos que tener en cuenta si queremos que sea fina, lisa y compacta, o si la preferimos rugosa. La decisión se corresponderá con la presencia o ausencia de chamota o de su grano.

Las pastas dedicadas a torno de alfarero se caracterizan por ser sin chamota o tenerla impalpable. Eso no quiere decir que si nos gusta una chamotada no podamos tornearla, pero hay que tener en cuenta que será un proceso muy abrasivo para las manos.

Engobes

Aunque ya te conté sobre los engobes en una publicación anterior, lo incluyo aquí porque quiero recordarte que podemos hacer nuestras pinturas a base de arcilla reciclando los restos que se secan.

Para preparar engobes solo necesitamos arcilla seca y bien molida (con un martillo si son trozos grandes o con rodillo si son láminas finas), una balanza para pesar y colorantes para añadir color a las arcillas de base.

Los engobes fueron las primeras pinturas en la cerámica prehistórica y puedes hacerlos con arcilla del campo o con pastas industriales.

Actualmente también puedes encontrar numerosos engobes industriales listos para utilizar y con paletas de color bastante interesantes.

Conclusiones sobre materiales cerámicos

Hoy hemos visto el gran grupo de las pastas cerámicas y brevemente la derivación de los engobes. Nos quedan los materiales fundentes, enriquecedores, opacificantes y colorantes. Poco a poco vamos a ir llenando esas estanterías de materiales cerámicos.

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