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La cerámica es un material perfecto para revestimientos y un mural artesano es la mejor opción para decorar tanto interiores como exteriores. En La Escalera tengo muchas paredes y muros y desde que llegué no paro de imaginar cómo quedarían recubiertas con distintos murales. Pero, ¿cómo crear un mural de cerámica? Aunque es un proceso complejo, es un trabajo muy gratificante y dividido en fases resulta más sencillo.

Un mural de cerámica para mi pozo

Como hay que empezar por algún sitio, y para mí el pozo es un elemento fundamental en La Escalera, este verano decidí cambiarle el aspecto y diseñar un mural para el aljibe. En esta entrada te cuento el inicio de este proyecto paso por paso.

Primeros pasos para el diseño: observar el conjunto.

Cuando realizo un proyecto, me gusta darme un tiempo para observar tranquilamente y así poder tener en cuenta la mayor cantidad de elementos posibles. En este caso, los fundamentales han sido la forma, la luz y el color. Te cuento un poco más a continuación.

La forma

El pozo es antiguo, excavado en la roca caliza y funciona por filtración. Tiene varias partes: la perforación y su muro con pilares, una caseta añadida y el aljibe. El año pasado le compré una tapa de hierro que pinté en azul oscuro y sobre ella se dispone mi instalación cerámica «El último trago». Es un elemento grande (sólo la perforación tiene casi dos metros de diámetro) y ocupa un lugar muy visible en el jardín. En la mitología clásica, los pozos se consagraban a Deméter, diosa asociada con la cosaecha y la abundancia, así que en su honor quiero tener un pozo bien cuidado que llene de agua y vida La Escalera.

Después de observarlo bien, pensé que la mejor parte para revestir con un mural de cerámica, por ser rectangular, es el aljibe. Con el tiempo me gustaría hacer de este depósito un sitio donde podamos darnos un remojón, tipo jacuzzi rural. Con esa idea, tengo tres paredes que revestir al exterior. Poco a poco me gustaría también hacer el interior, pero por ahora con pintarlo me voy a conformar…Así que decidido: revestiré las tres paredes exteriores, dejando libre la que da a la perforación, donde quiero hacer un arriate y plantar en primavera mi madreselva.

La luz

El pozo recibe la luz de la mañana en su cara Este y la de la tarde en la Oeste, así que voy a tener diferentes iluminaciones. Es importante observar la incidencia de la luz para aprovecharla al máximo. Los reflejos que provoque en los esmaltes y en los vidrios serán diferentes y podemos ajustar los tonos para que brillen donde nos interesa. la luz puede ser nuestra aliada si sabemos jugar con ella.

El color

El conjunto de pozo, caseta y aljibe estaba pintado en un tono amarillo albero, muy típico de esta zona, pero que a mí me da calor. Así que lo primero que decidí fue la gama cromática del conjunto: paleta de azules. Partiendo de esa base, el diseño del mural debe ir acorde con los colores del conjunto en el que se va a integrar.

Paso intermedio: la inspiración y los bocetos.

Paseando por las salinas…

Hacía tiempo, creo que desde un paseo que dimos por las Salinas de San Fernando en enero de este año, que me rondaba la cabeza la idea de hacer algo inspirado en ese paisaje tan impresionante. Os dejo este enlace por si queréis leer un poquito más sobre su historia.

Las salinas son un entramado de canales en un terreno plano en el que con la entrada y salida del agua y la creación de depósitos de sal, se configura un entorno muy peculiar. Hay zonas inundadas que reflejan el cielo, hay partes secas y agrietadas, en algunos sitios la vegetación es muy bajita y abultada, en otras crecen arbustos. Los colores van desde verdes, azules, grises, blancos, rosados…Es una auténtica belleza.

Primeros diseños

Con los colores y formas del paisaje de las salinas en la cabeza, lo primero que hice fue volver para tomas fotografías de aquellos elementos que me podían servir para mi mural. En julio dimos otro paseo, esta vez ya con el ojo dispuesto a detectar formas y colores que se pudieran transformar en texturas y vidriados en cerámica.

Con las fotos elegidas preparé unas fichas sobre cartón reciclado para ir anotando ahí las ideas que me sugerían y los materiales que podrían funcionar. Organizar el trabajo así me permite tener un registro de todo el proceso, y ver desde dónde parto y hasta donde llego, con las modificaciones correspondientes y las pruebas.

En paralelo, fui pensando en el diseño del primero de los lienzos, el de la cara Este del aljibe. He elegido éste porque es el que veo desde el porche y el que recibe el sol de la mañana. Los dibujos los hice en un bloc de boceto, a lápiz y fui numerando las zonas de acuerdo a la numeración de las fotografías y las fichas. De este modo tengo identificada cada imagen con un acabado y se lo asigno a una zona concreta del mural.

Sólo para tener una referencia visual rápida, coloreé con rotuladores. Los tonos no se corresponden exactamente, por supuesto, pero las tintas me permiten ver si combinan bien los colores elegidos. En este caso sólo quiero saber si la parte de arriba es azul claro y la de abajo azul oscuro. Los tonos concretos los conseguiré en el paso siguiente con las pruebas en el taller.

Las pruebas de taller

Después de encontrar la inspiración y realizar los bocetos toca empezar a pensar en el barro. Y es que hasta ahora no ha aparecido. Entonces ¿cómo crear un mural de cerámica? Pues esta es la fase en la que me encuentro ahora. Ya sé cómo lo quiero y estoy viendo cómo conseguir cada una de las texturas empleando diversos materiales cerámicos.

Tengo decidido que lo voy a hacer en gres blanco (PRAF) y sobre esta pasta comienza mi fase de experimentación.

Algunas partes son relativamente sencillas como las que van con vidrios reciclados, ya que al ser materiales que uso a menudo en mi obra, tengo muchas pruebas hechas y me ahorro este paso. Del mismo modo pasa con aquellas partes que van con engobes o tierras decantadas elaboradas a partir de arcillas naturales, ya que también recurro a mis muestrarios. Para las áreas que parecen agrietadas, los esmaltes de contracción son una elección segura, así que sobre una base que tengo probaré degradados de colores.

¿Qué tengo entonces que probar?

Pues toda la parte de las texturas, me gusta primero hacerlas en pequeñito, al igual que las zonas de vegetación que van en relieve, ya que los esmaltes se comportan diferente en plano que en curva. También me gusta mezclar vidriados y ahora que estoy experimentando con inclusiones de diferentes minerales…¿cómo resistirme a incluirlo?

Espero poder mostrar pronto el resultado final y os contaré toda la parte de trabajo de taller en otro post. Espero que salgan bien las pruebas y quede un bonito resultado. Los errores que cometa en este lienzo, espero poder solventarlos para las otras dos caras del aljibe…pero hay que empezar por una y no temer equivocarse.

Diseñar y crear tu propio mural cerámico es posible

Como ves, el proceso de crear un mural cerámico tiene varias fases y resulta muy interesante. Si alguna vez te has preguntado ¿cómo crear un mural de cerámica? esto te puede interesar. En una escala más pequeña respecto a tiempo y dimensiones, he pensado un taller para enseñar cómo hacer realidad ese mural que tienes en mente. Quizá tengas alguna imagen que quisieras reproducir, o eres más de combinación de colores y inspiración abstracta, quizá te interese experimentar sólo con volúmenes…¡Son tantas las posibilidades para hacer un mural como ideas te surjan!

Si te gustaría aprender a diseñar y crear tu propio mural de cerámica, echa un vistazo al monográfico en este enlace. Y si tienes alguna idea y quieres comentármela, puedes dejar tu comentario o contactarme aquí. ¡Un abrazo! ¡Hasta la semana que viene!

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