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Un proyecto retomado: Sin palabras.

Las máscaras de cerámica son uno de los objetos que más me ha llamado siempre la atención. Me gustan las máscaras en general, pero las de madera y las de cerámica me transmiten mucho. Cuando las contemplo, imagino qué personas o dioses evocan esos rasgos y me pierdo en esas ensoñaciones de rostros pretéritos.

Hace varios años, por 2018, empecé un proyecto artístico que llevaba por título Sin palabras. Consistía en una serie de máscaras a las que, de alguna manera, le había tapado la boca porque las palabras que iban a salir de ella no me gustaban.

Inspiró el proyecto el darme cuenta cómo algunas personas utilizaban las redes sociales, Facebook principalmente, para insultarse y meterse en conversaciones de lo más improductivas. Me molestaba ver cómo atacaban las opiniones de los demás y cómo el estar tras una pantalla, tras un muro, un perfil, una máscara al fin y al cabo, les daba valor para insultar. En esa época me borré de todas las redes sociales, pensé que no quería estar en ese mundo.

Hace ya un año casi que volví, por motivos laborales fundamentalmente, ya que las redes son el medio por el que me comunico con vosotros e intercambiamos ideas sobre cerámica. Siguen sin gustarme las actitudes de ese tipo de personas y por ello he retomado el proyecto. Te lo enseño a continuación.

Mis máscaras y su significado

El diseño de mis máscaras es sencillo. Tengo dos formatos de tamaño, uno grande, de unos 35 cm de lado mayor y uno pequeño de unos 15. Mi idea es crear una multitud y con los dos tamaños quería representar la sensación de distancia. La técnica que empleo para crearlas es muy sencilla: con una plancha de barro y un contramolde compongo el volumen y luego la decoro con incisiones, pintura y vidriados de diversa índole. Por supuesto, el material reciclado encuentra aquí su lugar: tapones de corcho, vidrios, botones…con ellos he encontrado muchas formas para tapar esas bocas.

Tapar esas bocas es la idea que trasciende el proyecto. Se llama sin palabras porque les impido, mediante esos elementos, abrir la boca. No dejo que hablen porque no me gusta su actitud. Como decía en un post anterior sobre este tema, no son personas feas, son actitudes feas y al bloquearlas hago hincapié sobre la belleza del silencio.

¿Por qué la máscara como símbolo?

Desde la antigüedad se han usado máscaras. Una máscara es un elemento que cubre nuestro rostro. La cara es, junto a la voz, uno de los rasgos más importantes de la identidad. Identificamos a las personas por su cara y por su voz, son para nosotros elementos muy importantes. Por eso la máscara, al cubrir la cara, nos oculta de la mirada ajena y nos permite mostrar una personalidad que no es la nuestra.

Utilizamos máscaras a nivel psicológico y social, pero en las redes sociales la tendencia es mucho más fuerte. Mostramos esa parte que queremos que se vea, nos escondemos tras un perfil, un avatar o una imagen.

Una reflexión sobre la máscara que me gusta la leí en El libro de los Símbolos, de la editorial Taschen, y dice lo siguiente:

«Representa el drama de la vida humano en sus múltiples aspectos: en especial la búsqueda absorbente, ambigua, a veces reveladora y a menudo traicionera del verdadero sí mismo detrás de nuestras imágenes más familiares de nosotros. Como el humano que se pone la máscara se vuelve enigmático, se transforma en los patrones arquetípicos que aquella evoca».

Ritos y sistemas sagrados, página 722.

Las máscaras se asocian con el teatro, con los personajes y arquetipos. Las máscaras nos transforman, proyectando una imagen hacia fuera y ocultando la imagen de dentro. Por estas razones me parecía muy apropiado utilizarlas como símbolo, ya que no son personas sino personajes, caracteres…

Las máscaras del mundo como inspiración…

Son muchísimas las máscaras que he visto a lo largo de mi vida. Tengo alguna que he comprado y uno de mis sueños es tener una pared entera cubierta de ellas. Me sirven de inspiración ya que hacer una máscara significa hacer un ejercicio de síntesis de los rasgos que mejor transmiten el mensaje que quieres contar.

Las máscaras de diablos, de dioses, todas tienen sus atributos principales marcados y desarrollados. Las famosas máscaras del carnaval de Venecia igual, todas marcan los rasgos clave de cada personaje. Esto me ayuda a pensar y a elegir qué quiero mostrar en cada trabajo, cómo voy a contar mi historia, qué elementos la van a evocar…

Y a ti…¿te gustan las máscaras? Cuéntamelo en los comentarios o escríbeme aquí. Hasta la próxima semana.

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