Todos los artistas tienen técnicas y materiales con los que se identifican y que terminan siendo una seña de identidad de su trabajo y su estilo. En esta publicación te cuento cuáles son los materiales que aportan estilo en mi arte.
Los materiales que se usan en cerámica
Como ya hemos ido viendo en el desarrollo de este blog, el mundo de los materiales que se emplean en la cerámica es muy amplio. Cuando yo empecé, una de las cosas que me propuse fue trabajar con la mayor cantidad de ellos durante unos años para ir probando y ver con cuáles tenía más afinidad. Materiales y estilo en el arte es un tema muy extenso también, hoy te cuento cómo interpreto yo esa relación.
Mis primeras pastas
Al inicio, con la curiosidad disparada al máximo, hice trabajos con pastas cerámicas de baja temperatura de todos los colores que encontré: pasta negra, blanca, barro rojo, terraclara, cordierita y, por supuesto mezcla de ellas. También en esta primera época empecé a recolectar materiales del campo. Las arcillas ferruginosas del Bierzo me encantaron y hoy día son uno de mis materiales preferidos. Siempre tengo un cubo con unos cuantos kilos en el taller. En estas vacaciones he ido a ver las vetas…y no he cogido porque ya voy cargada de cuarzo y granito…
Descubriendo el gres
En el segundo año de la escuela aparecieron la tan deseada alta temperatura y el gres. Probé durante ese curso varias pastas de gres que se diferenciaban principalmente en el color y la granulometría de la chamota. La chamota es cerámica machacada que se añade a la arcilla para aportarle estructura. Además, nos da texturas y para las esculturas aporta efectos muy interesantes. Otra ventaja de la chamota es que al tratarse de cerámica, como ya está cocida, es materia inerte que no va a alterarse durante la cocción. Es decir, podemos saber el porcentaje de materia que no se va a alterar.
El gres es una arcilla refractaria, resiste bien la temperatura y podemos llevar hasta 1300º. En el mercado la encontramos negra, beige, lila, blanca…así que hay muchas opciones donde elegir. Yo me he quedado con el gres blanco, bien con chamota impalpable, bien con chamota fina.
Así mismo, cuando necesito algo de color, compro el gres negro y el beige. Pero la base es el blanco. Es muy importante para mí enfocar en estas tres materias primas básicas, ya que los vidriados que preparo van en función de la pasta sobre la que se apliquen. Me explico, los vidriados y engobes tienen diferente apariencia dependiendo de la pasta que van a cubrir. La misma receta tendrá un aspecto muy diferente si se aplica en PRAI o en PRAF, ya que la granulometría de la chamota influye en la porosidad, la compacidad y más variables.
Como ves, elegir una pasta infuirá en todo el proceso, por lo tanto es un aspecto fundamental en el diseño de nuestras obras.
Los materiales que me fabrico
Lo más común y sencillo es acudir a tu distribuidor de materiales cerámicos y comprar las pastas allí, pero también puedes prepararlas tú misma. Los materiales que elijas influenciarán tu estilo en el arte.
Una de las pastas que más me gusta es la porcelana con cartón de huevo. Es, de hecho, uno de mis materiales preferidos. Otra cosa que me gusta hacer es preparar engobes y vidriados con materias primas naturales. A lo que me gusta andar por el campo se une mi alma prehistórica de recolectora y así tengo el taller de botes con arenas, arcillas, piedras y minerales diversos. También me gusta guardar las cenizas y preparar vidriados con ellas. Otros materiales que la naturaleza nos ofrece son los óxidos metálicos, que podemos encontrar en afloraciones rocosas y metales abandonados a la intemperie.
Hay un libro muy interesante que se titula Natural Galzes, de Miranda Forrest, en el que la ceramista nos cuenta cómo aprovecha los recursos naturales de su entorno para preparar tanto pastas como vidriados. A las personas recolectoras eso nos entusiasma. Me sorprendió incluso que había conseguido pigmentos de origen vegetal que soportaban la cocción y aportaban unos preciosos tonos rojizos.
Para preparar las arcillas, una vez recolectadas hay que tamizarlas para retirar palitos y demás cosas que se nos hayan podido colar. Yo la machaco con una piedra y luego la paso por un cedazo. Una vez tamizada reservo la mayoría y preparo sólo una pella para las pruebas. La mezclo con agua y la dejo envuelta para que se pudra la materia orgánica durante un mes aproximadamente, en un sitio oscuro. luego la amaso y preparo las pruebas de contracción y alguna pieza sencilla. Estos cuencos de abajo son un ejemplo de piezas elaboradas con arcillas naturales, recolectadas del campo y procesadas.
¿Cómo trabajar con materiales naturales?
La principal diferencia que encontrarás al trabajar con materias primas recolectadas por el campo es que no son tan estables como las que nos ofrece la industria cerámica. Los procesos industriales están muy controlados y tienen a técnicos químicos supervisando y diseñando los materiales para que sean estables y tengan un buen desarrollo. Lo que nos encontramos por el campo puede dar buenos resultados o no. No tenemos forma de saber su caracterización química y lo que podemos hacer es testarlos bien.
Cuando trabajo con este tipo de materiales hago muchas pruebas. Me interesa saber la contracción de las arcillas y su resistencia a la temperatura. También quiero saber cómo son de porosas. Por otra parte, si las mismas arcillas van a ser la base de engobes, primero las pruebo solas. Suelo preparar tierras decantadas para ver el rendimiento, ya que gran parte de lo recolectado a veces son impurezas. Siguiendo con los engobes, me gusta hacer la misma prueba de color pero en varias temperaturas, y así observar los cambios. Una norma que tengo es probar primero los componentes de modo individual.
Disfrutar del proceso e identificarse con los materiales.
Materiales y estilo en el arte
Para mí, es importante identificarme con los materiales que uso, de ahí que me esfuerce en preparar algunos de ellos y no comprar todo hecho. La observación de los materiales y de nuestra relación con ellos será la que os de las pistas para decidir cuáles son nuestras materias primas. Se trata de un proceso largo, de años, en los que vamos creando piezas probando un barro y otro hasta que damos con uno que se ajusta a nuestro tacto, a nuestros ritmos y técnicas. No es lo mismo dedicarse a la escultura que al torno, y unos barros son más apropiados que otros, lógicamente pero un maravilloso camino de descubrimiento se abre ante nosotros cuando decimos…¿y qué pasará si uso este material?
Muchas veces los resultados no nos convencen y vamos descartando opciones, pero en otras ocasiones nos llevamos gratas sorpresas. Recuerdo unas pruebas que hice llevando vidriados base industriales a alta teñidos con óxidos metálicos. Una base normalita, como resulta que llevaba óxido de zinc, produjo unos microcristales preciosos. Ahora siempre tengo esa base en el taller.
El estilo ya está ahí…¡descúbrelo!
Son muchos los rasgos que definen el estilo de un artista, pero en mi caso creo que lo he ido vistiendo con los materiales que he elegido. El proceso de investigación, prueba y experimentación han llegado a ser un distintivo de mi estilo. Del mismo modo, el uso de materiales naturales y elementos reciclados le ha ido dando forma y concepto.
Si estás en la búsqueda de tu estilo, observa cómo te relacionas con los materiales, qué te agrada, que colores y texturas se hacen sentir bien, con qué elementos fluyes…ahí lo encontrarás.
Como siempre, me encantará leer vuestros comentarios y hablar de las dudas con vosotros por aquí. Ya me quedan poquitos días de vacaciones, así que ya mismo volvemos a vernos en La Escalera.