Las ideas y la inspiración se convierten en arte.
Hoy llueve, hace viento y tengo el taller convertido en estudio fotográfico, así que leo. Leo El friso de la vida, una selección de obras y textos del famoso pintor de El grito, Eduard Munch. En él leo «no creo en el arte que no se haya impuesto por la necesidad de una persona de abrir su corazón […]. El arte son los sentimientos más profundos«.
Esto me hace reflexionar sobre mi propio proceso creativo. Son muchas las preguntas y algunas tienen respuestas diferentes según evoluciono como artista, pero hay algo fundamental que me acompaña constantemente. Cuando me preguntan qué hay detrás de tus obras pienso, no está detrás, está dentro de ellas. Las ideas son el germen de las obras y las habitan.
¿Cómo las ideas se convierten en obras?
En mi caso, el proceso es lento y los temas casi siempre son los mismos. Pienso que, como decía Munch, hay una necesidad de sacar algo fuera. Este aspecto es lo que me motivó a formarme también como arteterapeuta, pues la capacidad del arte de exteriorizar los procesos emocionales es muy potente. Para mí, primero está la emoción. Primero siento algo, noto de hecho, un movimiento interno que me pone en alerta. Normalmente no identifico a la primera lo que se me está agitando, me conformo con atenderle, prestar atención y dejar que se desarrolle. Va cogiendo forma.
Dar tiempo
En este mundo rápido, tomarse tiempo para notar algo que tenemos dentro, algo sin forma y que no sabemos en qué acabará, es casi un lujo. Sin embargo, yo lo necesito para crear. Del mismo modo, cuando la pieza ya está lista, al ser la transformación de ese movimiento interno y empezar a vivir ahora en el exterior, también necesita tiempo para asentarse.
Me identifico mucho con los ritmos lentos y creo en esa necesidad de asentarse que podemos aplicar tanto a las ideas, a las emociones y a las obras.El tiempo tiene que pasar y tenemos que permitirnos esperar a que haga su trabajo.
Dar forma
Cuando siento ese movimiento interior cojo un papel. El lápiz, el color, poco a poco estas herramientas van dando forma a lo que quiere salir. Líneas, trazos, manchas, no me preocupo del resultado. Esta primera aproximación es para mí un ejercicio de pintura automática en la que dejo expresarse a mi parte menos consciente. Los resultados suelen ser siempre interesantes.
El siguiente paso es identificar una forma entre ese caos de líneas y ver la pieza. A veces es sólo un contorno, o un color. Pero es un principio y por eso no me gusta infravalorarlo. Los principios son lo más difícil de conseguir. ¿Cuántas veces se ha hablado del bloqueo del folio en blanco? Yo no lo sufro porque no espero rellenar el folio con una obra de arte, sólo quiero un indicio.
Dar materia
Trabajo normalmente con acuarela sobre papel, acrílico sobre lienzo y cerámica. Una vez que tengo el indicio, la elección del material es casi un impulso. Eso que siempre se dice de que la obra te dice esto o lo otro, que te pide…pues puede sonar raro o a tópico, pero es verdad. Las ideas quieren un cuerpo y eligen su material.
Una vez que tengo claro el material, el trabajo avanza y esa corporeidad va presentándose. Es bonito, en este punto, darse otra vez tiempo para sentir cómo va saliendo, los gestos de trabajo para mí son como cantos…
El proceso creativo
Todos estos momentos que os estoy relatando hoy, hoy que diluvia y no pienso moverme del salón, no son nada más que la síntesis de esas dos palabras tan grandes: proceso creativo. Todos tenemos nuestra forma, todos tenemos nuestro motor, una vez más, darnos tiempo para verlo es fundamental. A mí me encanta el refrán «la cabra tira al monte» porque yo veo el proceso creativo como un monte y una cabra. El monte ofrece todos esos elementos y temas con los que de alguna manera nos sentimos identificados, la cabra es la apetencia. Yo, riéndome, muchas veces me pregunto, ¿qué querrá hoy mi cabrita?
Pero para poder utilizar esta metáfora como herramienta de creatividad, necesitamos restar atención a ciertos aspectos.
¿Que hay en el monte?
En mi monte, ese espacio imaginario, ese paisaje interior, tengo que cuidarlo y llenarlo de cosas que a mi cabra le puedan apetecer para que me ayude a crear. Nutrirse es un tema muy personal. A mí me gusta leer sobre la vida de otros artistas, ver exposiciones, documentales. Me gusta llenarme de imágenes. Me gusta estar en la naturaleza (lo necesito, de hecho) y ver los árboles, los animales, la lluvia que como hoy lo envuelve todo. Me gusta respirar y caminar, sintiendo cada paso y cada respiración. Así construyo mi monte.
¿Qué quiere la cabrita?
La cabrita mía siempre va a lo mismo: le gustan las formas sencillas, lo que tiene apariencia natural, los objetos gastados por el tiempo, los verdes, azules y el amarillo. Le gusta la memoria y el olvido, la mitología y la tierra. Entonces yo la escucho y si un día me levanto con ganas de verde, hago unas cuantas manchas, sin preocuparme si luego van a ser cuadros o platos.
Conocer a nuestra cabrita no es otra cosa que forjar un lenguaje y un estilo. Un motor que nos permite expresarnos. Puedes leer más sobre eso en una entrada en la que explicaba por qué defino mi trabajo como Prehistoria Contemporánea.
Para concluir
Este texto es un poco más reflexivo de lo habitual, será la lluvia…Pero sí me gustaría terminar contando que son muchas las formas de estimular la creatividad y de hacer que las ideas lleguen a ser obras. No creo en recetas mágicas, lo que sirve a un artista no vale para otro. Pero darse tiempo para escucharse es beneficioso para todos. Igual que los colores nos dicen mucho sobre nosotros como os contaba en una entrada anterior, lo que nos llama la atención también es motivo de reflexión para el artista. Entender los vínculos que establecemos con diferentes objetos, texturas, imágenes, contornos, también nos permite ver mejor nuestro proceso creativo.
Mirar los trabajos de otras personas me encanta, me anima mucho ver obras de otros artistas, me alegra que haya un gran movimiento de creación. Si te apetece, te invito a que veas los míos. En la web, además de la tienda, hay un apartado de trabajos que puedes curiosear. Como siempre, estoy disponible para dudas, consultas y comentarios. ¡Hasta pronto!