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La cuerda seca es una de las técnicas más populares para decorar cerámica. En este post vamos a ver sus orígenes históricos y te contaré cómo se utiliza actualmente.

Es una técnica muy sencilla y no necesitamos ni materiales extraños ni grandes habilidades, por lo que está muy indicada para la iniciación en las técnicas pictóricas en cerámica.

Los orígenes de la cuerda seca

Desde el punto de vista arqueológico, las primeras producciones cerámicas que emplean la cuerda seca se localizan en Próximo Oriente alrededor del siglo X d.C. En esta época, los gobernantes de la dinastía Omeya se estaban expandiendo y trajeron a la Península Ibérica el gusto por las cerámicas persas y orientales.

Me gustaría hacer aquí un inciso y comentar que la técnica de vidriar la cerámica se inventa en Mesopotamia y será el Creciente Fértil el núcleo desde el que la tecnología del vidriado se expanda por todo el Mediterráneo. Con la cultura medieval islámica, se generaliza y alcanza cotas elevadas de control y maestría en la ejecución de las decoraciones.

Ya avanzado el tiempo, esta técnica alcanzará su Edad de Oro en los magníficos paneles de azulejos que producían los talleres persas. En los siglos XVI-XVIII se elaboran numerosas escenas inspiradas en los jardines y los motivos florales destinados a la decoración de tumbas, mezquitas y otros edificios representativos. A continuación muestro una imagen de uno de esos paneles que se puede visitar en el Museo del Louvre de París (Francia).

¿En qué consiste la técnica de la cuerda seca?

Se trata de una técnica de vidriado en la que los colores se separan entre sí por medio de unas líneas o cordones de sustancias que repelen el vidriado. En una superficie cerámica, si aplicamos dos vidriados distintos, al alcanzar el punto de fusión en la cocción se fundirán y se mezclarán entre sí. Al separarlos con estas líneas, se mantiene cada color en su sitio. Esto permitía hacer diseños muy delineados, con contornos marcados y colores diferenciados.

En los ejemplos de las imágenes podemos ver que hay dos tipos de decoración dentro de esta técnica que en arqueología se denominan como cuerda seca parcial o cuerda seca total. El ataifor del pájaro se corresponde con el segundo tipo, ya que tiene toda sus superficie cubierta con el vidriado. La jarrita, sin embargo, concentra la decoración en la parte superior del cuerpo, por lo que es cuerda seca parcial.

En ambos casos las líneas que separan los colores están realizadas con trazos de dióxido de manganeso, uno de los óxidos metálicos más empleados en la cerámica islámica junto al de hierro y al de cobre.

El sistema es el mismo para los trabajos de azulejería. Los azulejos se pintan con los motivos elegidos con ese compuesto basado en manganeso (posiblemente con alguna grasa añadida) y se colorean los huecos que conforman con vidriados de diversos colores. La aplicación se realizaba con pincel.

La cuerda seca hoy día

En todas las escuelas de cerámica se enseña la técnica de la cuerda seca y el proceso es muy sencillo. Te lo cuento a continuación.

Los materiales necesarios son los siguientes:

  • Azulejos rojos industriales de la medida deseada.
  • Una mezcla de dióxido de manganeso con aceite. Si no quieres complicarte, venden un producto que se llama «grasa miel» que ya viene preparado sólo para añadirle el pigmento negro.
  • Vidriados de la serie CS (Cuerda Seca).
  • Una perilla de goma para aplicarlo.

En el enlace a la tienda Marphil puedes ver la cantidad de colores que ofrece esta gama de vidriados.

Procedimiento

Con cada material tenemos que realizar unas tareas previas.

1.-Limpiaremos los azulejos para quitarles cualquier suciedad que nos pueda dar problemas con los vidriados.

2.-Prepararemos la grasa, bien con el preparado industrial o bien con aceite y dióxido de manganeso. En algunas recetas verás que hay quien le añade también un poco de fundente.

3.-Añadiremos agua a los vidriados en polvo y los tamizaremos. Es recomendable guardarlos en botes de boca ancha para que sea cómodo luego introducir la perilla.

4.-Prepararemos un diseño y lo pasaremos al azulejo. Se puede hacer con muñequilla de carbón, con serigrafía, con papel de calco o incluso con lápiz a mano alzada.

Una vez terminado, lo introducimos en el horno y lo llevamos a su temperatura. Los vidriados de cuerda seca son de baja temperatura y van bien a 960º con 15 minutos de mantenimiento.

Como siempre, si es una técnica que no conoces y no sabes cómo queda el acabado, te recomiendo que hagas un pequeño muestrario previo.

Conclusiones

Como puedes ver, la técnica de la cuerda seca es muy sencilla y te permite crear murales de azulejos de forma fácil y divertida sin tener conocimientos previos de cerámica. Los materiales no son demasiado caros y duran mucho, por lo que si te gusta puedes hacerte con una paleta básica de colores e ir aumentando según tus necesidades.

Respecto a las recomendaciones de salud y seguridad, sí quiero comentarte que muchos de los colores de cuerda seca y principalmente el ojo y el naranja, contienen metales pesados como el selenio y el cadmio, que son venenosos y contaminantes. No son colores aptos para vajillas, sólo para piezas decorativas y los residuos debes reciclarlos bien. No tires los restos por el fregadero ya que contaminan mucho. Durante la preparación de los colores y su aplicación se recomienda el uso de guantes de látex y mascarilla.

Para terminar, me despido ofreciéndote mi ayuda si quieres solucionar alguna duda. Si has probado la técnica y algo no ha salido bien, escríbeme y te intentaré explicar el motivo para que no vuelva a pasar. ¡Un abrazo y gracias por leer mi blog!

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