Hace ya muchos años que esta tendencia de modo de vida que conocemos como slow life style ha encontrado un hueco en nuestra sociedad. Hacía muchos años que yo soñaba con llevar una vida así, lenta, con consciencia, con presencia y como no, con cerámica. Hoy escribo sobre slow life style y cerámica porque cada vez valoro más haberme atrevido a dar el salto y vivir y trabajar en La Escalera.
¿Qué es el slow life style?
Slow life style es un término que viene del inglés y que podemos traducir como estilo de vida lenta. Es una corriente cultural que se ha extendido a nivel mundial buscando ralentizar los ritmos de vida, hacerlos más humanos y huir de las prisas.
La vida moderna estaba marcada por la velocidad. Tras la revolución industrial empezamos una carrera brutal en la producción, en los desplazamientos y en todos los ámbitos de la vida. Como consecuencia de ello se consiguieron grandes avances como reducir las distancias en los viajes, pero también vimos mermada la presencia, la autenticidad de los productos, la cercanía y mucho más… La velocidad y la inmediatez fascinó a la sociedad. Me viene a la cabeza el Manifiesto del Futurismo, de Marinetti, donde se decía, por ejemplo:
Afirmamos que el esplendor del mundo se ha enriquecido con una belleza nueva: la belleza de la velocidad.
Manifiesto Futurista, 1909
Pero, aunque pueda encontrar belleza en la velocidad, personalmente me da más tiempo a encontrarla en la lentitud.
Origen del movimiento: el slow food.
En Italia, en los años ochenta, se empezó a reaccionar contra la comida rápida o comida basura. Un país con una gastronomía tan rica reivindicó los productos locales y de calidad, los cultivos ecológicos y la comida lenta.
Del ámbito de la comida se pasó a muchos otros, y el movimiento slow se conformó como una reacción a la prisa y sus consecuencias.
Y es que en esa carrera de la modernidad se perdieron muchas cosas, pensamos los que nos movemos a ritmo lento. La prisa, la necesidad de producir más y más rápido se llevó a los artesanos, al tiempo y a la dedicación. Y es que, en una cadena de montaje nadie se puede parar a ver el trabajo ni considera que es obra suya…
Mi slow life: cerámica y naturaleza
En el mundo de la cerámica es especialmente interesante el ritmo lento. El barro tiene sus fases y su proceso, y respetarlo nos da a los ceramistas otra dimensión del trabajo que muchos llevamos a la vida.
Trabajar el barro te conecta con una materia de origen natural, la arcilla, que cambia con el entorno. Es como si un pulso de la naturaleza siguiese latiendo en esas pellas que modelamos con nuestras manos.
Como ya os conté hace muchos post, el barro nos puede ayudar mucho contra la prisa. En esta sociedad es difícil escapar de ella. Hay horarios, plazos que cumplir, numerosas obligaciones, distancias y desplazamientos que cubrir… Mi solución a esto fue comprar La Escalera y poner aquí mi casa-taller. Aquí doy clase y creo mis piezas. Vivo lento y me sienta bien.
Vivir en el campo es una de las aspiraciones o sueños que persiguen muchas personas que se identifican con el movimiento slow. Trabajar la cerámica también. No es casualidad que barro y naturaleza sean comunes a las personas que abogamos por una vida lenta. En la desaceleración de la vida común conseguimos conexión con nosotras mismas y con los demás. El barro y la naturaleza también nos ofrecen esa conexión.
Personalmente, siempre me he guiado por los ritmos de la luz y ahora que vivo en el campo lo noto mucho más. Está la primavera empujando y aquí en La Escalera todo brota con fuerza. Esa fuerza me llega a mí también. Pero es necesario detenerse para sentir. Detenernos y darnos tiempo son los primeros pasos para conseguir incorporar prácticas slow a nuestra vida.
En resumen
El movimiento slow busca reconciliar nuestra vida con unos ritmos más humanos y naturales. Bajando el ritmo, valorando lo hecho a mano, los productos ecológicos, la proximidad y la presencia, conseguimos vivir de un modo más tranquilo que nos permite estar en conexión con nosotras mismas y con las personas que nos rodean.
Vivir en el campo y trabajar el barro son mi camino. Si te apetece probar la experiencia, escríbeme y lo organizamos. ¡Un abrazo y gracias por leer mi blog!
Quizá te pueda gustar…
-
Experiencia para dos120,00€
-
Bono dos clases presenciales de cerámica60,00€
-
Experiencia ceramista por un día60,00€
-
Experiencia meditar con barro50,00€